El hongo de la levadura Cándida albicans es una causa frecuente de micosis intestinal. La mayoría de las personas tienen Candida en el intestino. Sin embargo, si el hongo no se extiende demasiado, no suele causar ningún síntoma. El sistema inmunitario y la flora intestinal normalmente mantienen el hongo bajo control y evitan que se multiplique en exceso.
Si el sistema inmunitario está debilitado, la cándida puede descontrolarse fácilmente. La infestación por cándida puede causar diversos síntomas: Flatulencia, dolor abdominal y diarrea son algunos de los síntomas más frecuentes. Sin embargo, también se sospecha que el hongo fomenta el deseo de comer dulces.
La cándida se trata tradicionalmente con agentes antifúngicos (antimicóticos). Sin embargo, éstos pueden causar muchos efectos secundarios.
También es aconsejable evitar el azúcar y los hidratos de carbono simples si tienes cándida, ya que estos alimentos pueden favorecer el crecimiento del hongo.
Los nutrientes y las sustancias vegetales secundarias también pueden apoyar la terapia contra la cándida:
Probióticos
Probióticos son bacterias "beneficiosas" que ayudan a formar una flora intestinal sana. Los probióticos pueden contrarrestar el crecimiento de hongos en el intestino de varias maneras.
Algunas bacterias probióticas producen sustancias que inhiben el crecimiento de Candida y otros hongos. También producen ácido y, por tanto, reducen el valor del pH, lo que dificulta la propagación de la Candida. Las bacterias probióticas también pueden desplazar a los hongos y otros patógenos. Compiten por los nutrientes y el espacio en el intestino.[1]
La ingesta de probióticos parece ser especialmente útil en casos de cándida tras una terapia antibiótica.[2] Esto se debe a que los antibióticos no sólo actúan contra las bacterias nocivas, sino también contra las bacterias beneficiosas del intestino, lo que debilita enormemente la flora intestinal.
Reishi
El hongo medicinal Reishi parece tener un efecto antifúngico, por lo que presumiblemente puede inhibir el crecimiento de la Candida en el intestino.[3]
También se dice que el hongo Reishi puede reforzar el sistema inmunitario. Un buen sistema inmunitario es el arma más eficaz contra la Candida y otros patógenos.
El hongo reishi también es rico en polisacáridos, que sirven de alimento a las bacterias intestinales beneficiosas. Por tanto, es un prebiótico.
Vitaminas B
Los pacientes de cándida no suelen estar bien provistos de vitaminas B suministradas. Sin embargo, un buen aporte de vitaminas B es especialmente importante para ellos, ya que las vitaminas B tienen funciones importantes en la división celular. Por tanto, las vitaminas B son importantes para el mantenimiento y la regeneración de la mucosa intestinal.[4]
Extracto de semilla de pomelo
Según estudios Extracto de semilla de pomelo parece tener un efecto antifúngico. El extracto de semilla de pomelo también parece ser capaz de inhibir el crecimiento de hongos levaduriformes como la Candida.[5]
El extracto de semilla de pomelo también tiene un efecto antioxidante y antiinflamatorio, por lo que presumiblemente podría contrarrestar la inflamación intestinal.
La vitamina D
Los pacientes de cándida suelen padecer deficiencia de vitamina D. Se trata de un problema importante, sobre todo en invierno: porque en la estación fría y oscura, las personas con cándida se ven especialmente afectadas por infecciones víricas y de otro tipo.[6]
Es importante evitar la carencia de vitamina D y compensarla si es necesario. La vitamina D tiene importantes funciones en el sistema inmunitario y no sólo es importante para los enfermos de cándida.
La vitamina C
También Vitamina C también es importante para el sistema inmunitario. Además, la vitamina C es un antioxidante eficaz y presumiblemente podría proteger la mucosa intestinal del estrés oxidativo y favorecer su curación. La vitamina C también parece tener un efecto positivo sobre la flora intestinal.[7]
Conclusión: los complementos alimenticios pueden apoyar la terapia contra la cándida
Las sustancias vegetales pueden tener un efecto antifúngico y apoyar así la terapia contra la cándida. Los pacientes de cándida también deben asegurarse un buen suministro de nutrientes importantes para el sistema inmunitario. Esto se debe a que nuestro sistema inmunitario es el arma más eficaz contra la cándida y otros patógenos.
[1] https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/23361033/
[2] https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S1875957216301401
[3] https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/29199568/
[4] https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/28157653/
[5] https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6538181/