La cistitis está causada por bacterias en la vejiga. Esto provoca inflamación en la uretra y la vejiga. Las infecciones de vejiga son muy desagradables: la micción es dolorosa y hay problemas para orinar.
El estrés y el frío pueden favorecer las infecciones de vejiga. Las personas con diabetes tienen mayor riesgo de infecciones urinarias. A veces entran bacterias en la vejiga durante procedimientos médicos, lo que puede provocar infecciones. El riesgo existe durante las cistoscopias, la irrigación de la vejiga y las sondas vesicales.
Las infecciones de vejiga afectan con mucha más frecuencia a las mujeres que a los hombres. El riesgo es especialmente alto durante la menopausia y el embarazo.
La cistitis aguda suele tener que tratarse con antibióticos. Sin embargo, el uso frecuente de antibióticos es problemático, ya que afecta negativamente a la flora intestinal y vaginal y fomenta la resistencia a los antibióticos.
Hay algunos micronutrientes y remedios caseros que pueden ayudar a prevenir la cistitis.
Extracto de arándano rojo
Los arándanos contienen unas sustancias vegetales secundarias denominadas proantocianidinas. Éstas impiden que las bacterias se instalen en la mucosa de las vías urinarias.
No se ha demostrado claramente el efecto del extracto de arándano rojo en la cistitis aguda. Sin embargo, hay pruebas fehacientes de que el extracto de arándano rojo puede ayudar a prevenir la cistitis.[1] Por tanto, las personas con infecciones urinarias recurrentes pueden beneficiarse del extracto de arándano rojo.
Vitamina C
La vitamina C es esencial para el sistema inmunitario. Por tanto, también puede ayudar al sistema inmunitario en la lucha contra las bacterias que causan la cistitis.
La vitamina C también es ácida y, por tanto, puede acidificar la orina. Las bacterias no pueden multiplicarse tan bien en un entorno ácido.[2]
La vitamina D
La vitamina D tiene importantes funciones en la defensa inmunitaria. La vitamina D también estimula la producción de moléculas de defensa en la orina, que garantizan que las bacterias no se adhieran tan bien a la pared de la vejiga.
Los estudios han demostrado que las personas con déficit de vitamina D son más propensas a las infecciones de vejiga.[3] En un estudio con pacientes diabéticos, la ingesta de 20.000 UI a la semana consiguió reducir la frecuencia de las infecciones de vejiga.[4]
Zinc
También Zinc también es esencial para el sistema inmunitario. Tiene un efecto antiinflamatorio, favorece la producción de anticuerpos y puede aumentar la actividad de determinadas células inmunitarias.
Las personas con niveles bajos de zinc tienen un mayor riesgo de infecciones de vejiga.[5] Sin embargo, apenas hay estudios sobre la ingesta de zinc para las infecciones urinarias. En un estudio, los niños que tomaron zinc se recuperaron más rápidamente de una infección de vejiga que el grupo de control que no recibió zinc.
Selenio
Un sistema inmunitario que funcione bien requiere suficiente selenio. El selenio tiene un efecto antiinflamatorio e intercepta los radicales libres.
Por desgracia, no hay estudios sobre el selenio para la cistitis, pero hay indicios de que podría ser útil para las infecciones bacterianas.[6]
Aminoácido metionina
Metionina pertenece a la familia aminoácidos esencialesque necesitamos consumir con la comida. Tiene la útil propiedad de acidificar la orina en caso de cistitis. Esto dificulta la multiplicación de las bacterias.
En un estudio, la ingesta de metionina pudo reducir la tasa de recurrencia de la cistitis.[7]
Conclusión: Un sistema inmunitario sano puede prevenir la cistitis
Las infecciones de vejiga están causadas por bacterias. Un sistema inmunitario sano es esencial en la lucha contra las infecciones bacterianas. El sistema inmunitario necesita muchos nutrientes. Si éstos faltan, nos volvemos más susceptibles a las infecciones. Por tanto, toda persona propensa a las infecciones de vejiga debe asegurarse de que tiene un buen suministro de estos nutrientes.
[1] https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32752183/
[2] https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/17611821/
[3] https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/30814089/
[4] https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/27357103/
[5] https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/31456957/